Imer Hernández, un salvadoreño de once años, emprendió el viaje clandestino hacia EU en abril para intentar sin éxito reunirse con su madre en Los Angeles.
Su abuela lo entregó en la frontera con Honduras y a los pocos días desapareció en Chiapas, México.
Su madre, Blanca Hernández, narra a 20minutos las dos semanas de angustia en las que la mafia la amenazó con matar al pequeño.